Convocados por Jorge Romero Brest, por aquel entonces director del museo, las obras de Fernández-Muro, Grilo, Ocampo, Sakai y Testa engalanaron en julio de 1960 las salas del Museo Nacional de Bellas Artes. A casi sesenta años de la icónica muestra “Cinco pintores” Roldan Moderno se complace en reivindicar la visión y labor de Romero Brest en el desarrollo de la historia del Arte Argentino de mitad del siglo XX, pero primordialmente, homenajear uno de sus grandes hitos: El grupo de los cinco.
Los agrupamientos por generación, afinidades o incluso ocurrencias de terceros pueden conspirar contra la singularidad del artista que se pierde en los rasgos generales de la escuela. En la producción de Fernández-Muro, Grilo, Ocampo, Sakai y Testa, si bien predomina la abstracción que flexibiliza rigores de la geometría y una poética aplicada en el uso del color y la creación de atmósferas intensas, prevalece ante todo la heterogeneidad estética y la impronta personal. El encanto de su trabajo colectivo se funda en las materialidades y estilos disimiles que permite destacar la obra de cada uno de ellos de forma individual, pero operando en conjunto. El grupo fue consolidado por afinidad y respeto entre colegas, sin embargo, cada uno siguió su trayectoria propia respondiendo a su voluntad creativa personal, incluso en la única muestra que realizaron juntos.
En última instancia, la selección y enunciación de los cinco en tanto grupo estuvo determinada por la confianza de Romero Brest en el desarrollo de sus carreras como artistas de una generación intermedia con un futuro prometedor, pero especialmente, en la potencial internacionalización de su obra. En este sentido, su presentación en la institución de mayor prestigio para la difusión y legitimación de las artes visuales en la escena local de la época, fue el puntapié de la premonición.
La distancia histórica nos permite reconocer hoy el futuro inmediato a tales afirmaciones. El fructífero período de Ocampo en París durante la década del ´60; la conquista de Nueva York lograda por Grilo y Fernández-Muro antes de su radicación en Madrid; la prolífera carrera de Testa con base nacional, pero en permanente diálogo con Europa y Estados Unidos, así como el éxito de Sakai en México y su posterior asentamiento en Dallas.
De esta forma, exilios voluntarios, o forzados, avatares históricos y pequeños grandes triunfos impregnaron en mayor o menor medida la carrera de estos cinco artistas que, tal como pronosticó Romero Brest, fueron reconocidos y celebrados hasta destacarse en las colecciones más notorias del arte moderno local e internacional.
Inauguración miércoles 27 marzo, 19 hs.
Del 28 marzo al 19 abril 2019
Lun/Vie 10 a 19 hs